jueves, 18 de agosto de 2011

Ando Pintando un Guayacán-Parte 2: (Color).

Ando Pintando un Guayacán-Parte 2: (Color).

Finalicé el trabajo de pintar en acuarela un árbol Guayacán. Como me he dispuesto, me gusta compartir consejos extraídos del proceso que realizo para lograr una pintura con esta técnica. En esta segunda parte del artículo anterior, “Ando pintando un Guayacán-Parte I”, el tema principal es el color. Lograr el color correcto de un árbol con flores amarillas como el Guayacán es primordial para tener un buen resultado, pero ése no es sólo el único detalle. También es importante lograr la idea de volumen, usando precisamente el color. Completar detalles finales en la pintura de un árbol, como ramas y tronco, hace que toda la composición quede balanceada. A continuación, datos importantes sobre estos temas que pueden poner en práctica: 1. Lograr el tono correcto: Para el caso de un Guayacán, con flores amarillas, (aunque se piensan que son hojas de ese color), es primordial no equivocarse en el tono. No estamos hablando de un árbol otoñal, así que no debemos usar un amarillo con toques de naranja o con una notoria presencia de anaranjado. Por el contrario, necesitamos un color “amarillo intenso”. La mejor forma de lograr esto es observar imágenes de referencia sobre el árbol que estemos pintando. También una buena medida es ir aplicando una primera capa base, en una sección determinada y en un tono suave, para ir viendo el tono logrado. De ser correcto el tono, se puede proceder a seguir aplicando en el resto del dibujo y continuar aplicando color en mayor intensidad, en especial para ir reproduciendo la idea de volumen.
2. Crear la Sensación de Volumen: Al pintar un árbol es primordial crear la idea de volumen, ya que estamos hablando de una forma que no es plana, o que tiene sólo dos dimensiones. Las copas de los árboles son el producto de la unión de hojas o flores, (como en el caso del Guayacán), en diversos niveles de profundidad y altura. No basta con sólo aplicar color que sea igual al que tiene el árbol en su follaje o floración, se necesita lograr, usando diversas tonalidades, la superposición de hojas más lejanas y más cercanas, para crear la sensación de volumen. Esta unión de capas más claras y oscuras, permite reflejar lo que hace la misma luz natural sobre los grupos de hojas o flores de un árbol. Recordando lo que hablamos en la “primera parte del artículo Ando pintando un Guayacán”, se nos facilitaba hacer el dibujo de las hojas agrupándolas en secciones o conjuntos. Podemos aprovechar estas secciones para ir creando áreas más claras, versus más oscuras, que dan la idea de un puñado de follaje por cada grupo. Poco a poco vamos construyendo una pintura que adquiere las tres dimensiones que tiene un árbol, en lugar de una figura meramente plana.

3. Finalizar Detalles y Observar los Contrastes de Color: Terminar detalles como las ramas y troncos es esencial para completar la escena de un árbol. Aplicando los mismos conceptos empleados para pintar la copa de un árbol, podemos detallar las ramas y troncos. Una línea más oscura al tono empleado delineando un lado de las ramas, por ejemplo, convierte a esta parte de la pintura, de una simple línea, a una forma en tres dimensiones; en especial porque se crea la sensación de que la línea es cilíndrica, (como son las secciones de las ramas y troncos), en lugar de plana, sólo con este pequeño dato.
Otro detalle a considerar es que al finalizar la pintura, estudies la mezcla de colores en la escena, en especial aquella sacada de la misma asociación de elementos de la naturaleza. En esta ocasión, un árbol Guayacán en floración, con su amarillo intenso, contrasta con el cielo al fondo y lo fuerte del chocolate oscuro y sus sombras más profundas, le otorgan el medio de unión y balance entre estos dos tonos predominantes. Amarillo intenso, celeste turquesa, chocolate oscuro, una combinación quizás no pensada inicialmente como ideal, pero sorprendentemente atractiva y balanceada, descubierta cuando uno anda pintando un Guayacán.
Más imágenes en nuestro álbum de Facebook: "Desde el Taller". Que disfruten estos consejos, sea pintando o admirando el trabajo de arte,

Saludos cordiales,



Melissa G.



No las dejes de Imprimir (Las fotos en tu cámara o en tu computadora).

No las dejes de Imprimir (Las fotos en tu cámara o en tu computadora).

Me gusta compartir con ustedes ideas prácticas no sólo sobre el arte, sino también sobre la tecnología, ya que la misma es la fuente actual de nuevas herramientas para el creativo. Y una cámara digital o una computadora es lo que más comúnmente empleamos para facilitarnos la vida o para hacer más práctico cualquier actividad que emprendamos. Por alguna razón u otra, bien sea laboral o de esparcimiento, necesitamos tomar fotos y la tecnología ha hecho que pasemos de la cámara a la computadora para almacenar y manejar nuestras imágenes, ¿pero dónde quedó el tener que imprimir las fotos?
La verdad es que muchas veces nuestras fotos se quedan almacenadas en la computadora. Esto es útil para poder tenerlas a la mano cuando la necesitemos, en especial para incorporarlas en algún material que estemos preparando. Y es que salvo la presentación de un informe o trabajo asignado, las fotos que tomamos rara vez las imprimimos. Con el desarrollo de las redes sociales, nuestros fotos se comparten al instante, pero siguen con frecuencia quedándose en mera información virtual, sin convertirse en las clásicas fotos que almacenábamos antes en álbumes para verlas y sobre todo, para convertirlas en nuestra mejor fuente de referencia o en nuestros mejores recuerdos.
Hay varias razones ventajosas para que imprimamos nuestras fotos, en especial cuando recurrimos a un centro de impresión de nuestra localidad. Entre ellas, podemos mencionar:

1. Al imprimir nuestras fotos en un centro especializado, podemos obtener fotos de muy buena calidad, en especial por el papel utilizado, ya que se emplea regularmente al hacer nuestro pedido, papel fotográfico de alta calidad, sea mate o en brillo, lo que da una mejor presentación a nuestras imágenes en comparación al imprimirlas en papel regular.
2. Y precisamente al recurrir a un centro de impresión, hay una relación calidad-precio que se puede traducir en ahorro, ya que no gastamos nuestra impresora personal o de oficina y a su vez se emplea un papel fotográfico que no es el que convencionalmente usamos, lo que se convierte en una inversión práctica con un resultado superior al que tendríamos si emprendemos el trabajo con nuestros recursos. Esta ventaja aumenta sobre todo al tratarse de un volumen considerable de imágenes.
3. Lo anterior no significa que no podamos imprimir nuestras fotos en casa u oficina, sólo basta conseguir una buena impresora y papel especial para fotos. Si es un volumen pequeño que podemos manejar, bien vale emprender este trabajo. Lo importante es que tengas tus fotos a mano, lo que te permitirá contar con esa información que bien puede convertirse en un catálogo de referencia de tu trabajo, o en un álbum familiar para compartir, a modo de un libro al cual tener acceso, con nuestros mejores recuerdos.

Con estas ventajas sobre por qué imprimir nuestras fotos, me parece propicio mencionar algunas recomendaciones, en especial para imprimir un gran volumen de imágenes en un centro especializado para estos fines en un comercio local. Ten en cuenta lo siguiente:



1. Si tienes muchas fotos por imprimir, puedes buscar ofertas donde se reduzca el precio unitaria de impresión según el volumen a producir. Para el caso de fotos familiares, de vacaciones o de algún evento, es recomendable esperar hasta encontrar una buena oferta, ya que esto nos producirá ahorro.
2. Los centros de impresión de fotos usualmente trabajan con máquinas especializadas donde descargamos nuestras fotos, siguiendo pasos dentro de un programa o sistema creado para tal fin. Es recomendable que antes de dirigirte a imprimir, te informes sobre los requisitos o particulares para imprimir en un centro, así como también de averiguar si te pueden brindar asistencia para aprender a manejar estas máquinas y su sistema de impresión.
3. Lo más importante al dirigirte a un centro de impresión, es saber que tienes que llevar tus fotos en algún dispositivo para descargar tus imágenes, sea desde una cámara, un “usb, cd o dvd”, tarjeta de memoria o similar. Un consejo práctico es llevar tus imágenes usando dos de estos medios, para que si falla alguno por razones de compatibilidad con el sistema o máquina del centro de impresión, tengas a la mano otra opción que te permita bajar o descargar tus fotos.

En el mundo actual, la tecnología nos permite tener una infinidad de imágenes o fotos en dispositivos tan portátiles como las nuevas “tablets o tabletas”, pero cuando requerimos revisar fotos en un ambiente donde resulte más práctico un álbum o catálogo impreso para no estar cuidando una delicado aparato tecnológico, tener fotos impresas es una buena opción. Piensa, por ejemplo, cuando estás en un ambiente laboral con agua y líquidos cerca, como un taller de arte; tener imágenes impresas es de gran ayuda para facilitarte tus labores, sin tener que preocuparte porque se te dañe algún aparato tecnológico. Que no se queden tus fotos sin imprimir. Un saludo cordial,

Melissa G.