domingo, 27 de octubre de 2013

PARA HACER UN DULCE ARREGLO (CÓMO HACER UN LINDO BODEGÓN).


PARA HACER UN DULCE ARREGLO (CÓMO HACER UN LINDO BODEGÓN).

   Tenía anotado realizar otra obra en acuarela haciendo un arreglo de dulces panameños.  Ya había encontrado en este tema una fuente de inspiración muy especial.  Puede ser que el tema me lleve a muy buenos recuerdos de mi infancia, cuando descubrí no sólo lo sabroso de los dulces típicos panameños, sino también lo lindo y curiosos que son.  Puede ser también que años después, al comenzar a realizar mi trabajo de arte y pintura, redescubrí un poco los temas clásicos que han pintado grandes maestros a lo largo de la historia.  Es fácil llevar a nuestra mente la idea de un cuadro que muestre un arreglo de objetos, generalmente víveres y entre los más populares, frutas, vegetales, como también otros elementos, de delicateses, objetos como cacerolas, platos y cualquier objeto de utilidad en la preparación de alimentos  Fácilmente en la cocina de nuestros hogares o de nuestro familiares, habremos visto en alguna ocasión un cuadro de estos temas. ¿Pero cómo se logra hacer un buen bodegón en estos días?


    Pues tratar de modernizar este tipo de composiciones fue una de mis metas, creo que los dulces panameños han sido un recurso bien interesante para darle frescura a una temática bien clásica.  De ahí una de las primeras recomendaciones para lograr un buen arreglo de objetos que sirvan como composición para pintarla. No hay recetas que seguir estrictamente, pero encontrar elementos que uno mismo pueda entender su propio valor y belleza, ayuda mucho para que se pueda transmitir ese toque especial que hará que alguien diga: Esto es lindo, eso es especial, esto es una obra de arte. Lo que a uno le guste y conozca ayuda mucho y lo que uno encuentre para terminar de dar este detalle distintivo, también aporta a cualquier proyecto.  En mi caso, la tela con motivos panameños que puse sobre una canasta de mimbre donde arreglé los dulces, sirvió como un todo, que unieron las “coloridas cocadas”, “los huevitos o bolitas de leche”, que en este caso eran un poco más cuadradas, con sus envoltorios de papel maché, en un solo conjunto. Qué podrá ser ese elemento en el propio Bodegón que quieran hacer no lo sé, pero eso es lo que hace que cada arreglo que uno decida pintar, pueda convertirse en un gran trabajo de arte.


    Con los elementos seleccionados, llega el momento de acomodarlos.  Hay que hacer tantos ensayos como queramos y podamos, para en la variedad, elegir la mejor propuesta.  Jugué con los dulces panameños, buscando una secuencia de colores que guardaran más relación con el tricolor panameño: Azul, blanco, rojo; sin seguir estrictamente un orden particular y usando los otros tonos como amarillo, fucsia, verde, como complementos.  Es bueno tomar alguna idea base también, que nos sirva para crear un criterio que nos ayude a no sólo realizar el arreglo de elementos, sino también a escoger entre las opciones.  En el álbum de Facebook que les comparto, podrán ver las distintas variaciones de dulces panameños dispuestos para lograr el arreglo que pintar.  Como podrán ver en el álbum, la opción elegida surgió luego de varios ensayos previos que me permitieron también lograr el mejor enfoque.  Ahí hay también un consejo que es bien conocido, el cual pueden aplicar para su propio Bodegón: La práctica hace al maestro, en palabras más sencillas, mientras más puedan practicar, desarrollarán mejor sus destrezas. Por mi parte sé, que tengo todavía varios proyectos por realizar y un camino todavía por recorrer, para seguir perfeccionando mi propia técnica y destreza.  Por el momento, lo que he logrado, también me ha dejado otros conocimientos que he añadido a mi propio trabajo de arte.


    Creo que otra de las lecciones que me dejó este “Dulce Arreglo”, es pensar en el contenido de emociones que puede tener la creatividad y las expresiones de arte.  Cuando hice esta obra, pensé un poco en el nombre que le ponía al trabajo y en lo que implica poder arreglar algo y que sea dulce a la vez el proceso.  Les confieso que estoy usando un poco esta idea, para terminar de editar la Fase I de la novela “Tentación, Color Esmeralda”. Al igual que esta acuarela más reciente, ya veo más claro y completo las posibilidades y pienso que hay variedad, hay contenido y hay una muy buena historia que contar.  Mientras tanto, los dejo con este “Dulce Arreglo”, “en acuarela”. Espero que les guste y que lo vean lindo y hasta sabroso, porque los dulces panameños, son deliciosos. Es difícil saber cuál es el dulce típico panameño que más gusta y si pueden, no pierdan la oportunidad de probarlos, les va a encantar.

Un abrazo “en acuarela”,

Melissa G.
 
 

jueves, 8 de agosto de 2013

Historia de un Balcón: (Todo lo que se puede decir al pintar este tema en acuarela).


Historia de un Balcón: (Todo lo que se puede decir al pintar este tema en acuarela).

    Ya extrañaba volver a publicar en el Blog, seguir con la edición de la novela “Tentación, Color Esmeralda”, me ha tomado un poco el espacio que tenía para publicar artículos sobre todo lo que hago “en acuarela”, pero el trabajo de arte lo he continuado, esta vez con la obra más reciente de “un balcón”.  Y es que si hay un tema versátil para el arte, son los balcones, y ellos nos cuentan muchas historias, las cuales van más allá de la estructura o forma que tengan.

    Esta vez, un balcón en el Casco Antiguo, excelente lugar para encontrar estos temas en la ciudad de Panamá, Panamá, fue el recurso de inspiración.  Nuevamente me topé con un amarillo intenso, porque el edificio con balcones como el que recientemente terminé de pintar en acuarela, está pintado en ese tono, como parte de lo que ha sido un proceso de restauración en el área y donde colores intensos, han aparecido en el paisaje, dejando atrás muros con tonos desgastados o con mezcla de capas de pintura de distintos colores, mostrando cómo eran antes de ser renovados. Otra vez tenía ante mí el reto de pintar en acuarela tonos intensos, pero siempre estoy buscando variar e innovar: La propia historia que contaba el balcón me ayudaría lograr mi objetivo.
 

    ¿Y qué historia contaba el balcón, o cómo puede un balcón contar una historia? Creo que para una mejor explicación, voy a empezar por contestar la segunda pregunta.  Un balcón puede contar una historia, porque es un espacio perfecto para la expresión personal. En palabras más sencillas, un balcón es un lugar que las personas pueden personalizar y lo mejor de todo, es que pueden estar a la vista de todos. Sólo basta pensar en lo que aporta un balcón en la casa, apartamento, o habitación de alguien.  Es ese contacto con el exterior, es un lugar donde uno puede salir a tomar un poco de aire, a recrearse con la vista que se tenga o a ver el ritmo con el que se desarrolla el barrio donde se vive. En un balcón, la gente puede reunirse para hablar, o saludar a alguien que ven pasar; no nos olvidemos del aire romántico que siempre puede tener un balcón, siempre muy usado en películas para un momento de un emocionante encuentro.  Y no importa qué tan alto se esté o a qué altura se ubique un balcón, siempre hay una historia que surge por ese contacto con el exterior y también, por aquellos detalles que cualquiera puede colocar en ese espacio especial.

    Ahí es donde está también la clave de la personalización que de alguna forma u otra, se le da a un balcón.  Lo que la gente coloca en un balcón, es tan variado, como pueden ser las personas mismas en una sociedad.  Desde plantas y pensemos cuántas pueden colocarse, hablando de especies, formas y colores; pasando también por adornos en las paredes, recuerdos comprados en un viaje o paseo, o un detallito que simplemente habla de los gustos de quien habita en un lugar que posea un balcón.  En nuestros países latinoamericanos, o en cualquier parte del mundo, donde el sol se busque para aprovechar sus beneficios, en un balcón puede haber alguien tratando de lograr un bronceado, cocinando en una pequeña barbacoa o hasta colgando ropa para secarla al aire libre. Ésa fue la historia que me comenzó a contar el balcón con el cual me encontré.


    Por la avenida Central de San Felipe, en un edificio que hoy tiene un uso hotelero o de hospedaje, ya algo desgastado también por el paso del tiempo tras haber sido restaurado algunos años atrás, alguien se permitió colocar algunas camisetas, sobre las barandas del balcón, con un cerramiento tipo “red” en hierro. Casi siempre uso las tomas o fotos que hago para el trabajo en acuarela, como una referencia, para luego hacer mi propio dibujo a pintar. Esta vez dibujé dos camisetas entremetidas en coloridas veraneras, un tema muy característico de mi trabajo de arte y del cual todavía tengo mucho que explorar.  Gracias a las facilidades que te permite la parte creativa del arte, uno puede variar, y eso es lo que hice con el color de la ropa sobre el balcón. Pinté una camiseta de rayas blancas y azul celeste y otra completamente roja, ya que por aquellos días la selección nacional de fútbol de Panamá tenía juegos importantes para su clasificación al Mundial de Brasil; y lo que vino luego fue mejor, contra los pronósticos y sin que nadie lo esperara.


     Panamá se destacó en su participación en la Copa de Oro, varios jugadores panameños de fútbol hoy día lograron nuevos contratos con clubes importantes en el extranjero y esa camiseta roja sobre el balcón que pinté, cuenta un poco de esos logros, porque todo eso pasó mientras trabajaba en acuarela esa nueva obra. De esa historia en un balcón que surgió, sin saber hasta dónde llegaría, también surgió en mí, el reflexionar nuevamente sobre el valor que tienen estos espacios en nuestra sociedad.  Afortunadamente, la arquitectura panameña volvió a retomar la creación de balcones en los apartamentos, aunque sean muy pequeños en comparación a los que décadas atrás, se encontraban en varios edificios. Hubo una época en la que el balcón había sido reemplazado por un ambiente un poco más amplio, pero también totalmente cerrado al exterior o con algunos vidrios corredizos.  Bien valdría la pena no sólo mantener estos espacios, los balcones, sino también seguir jugando en cuanto a forma, tamaño y posibilidades que pueden brindar al diseño de espacios en general, porque las opciones son infinitas.
 
     Sobre lo que aprendí en acuarela, pintando este balcón, fue también bien sorprendente.  Lo que para mí terminó de darle el toque de impacto al trabajo, no fueron ni las flores de las veraneras, ni sus hojas, ni las camisetas, incluyendo la roja en homenaje al equipo de fútbol panameño.  Fue la estructura para el techo sobre el balcón y la sombras que proyectaba, lo que le dio ese toque a esta acuarela. Averigüé un poco sobre la historia de este edificio que usé como inspiración y llegué a conocer que su diseño buscaba una imagen más moderna a lo tradicional, empleado elementos de fabricación industrial, incluyendo los balcones de hierro, importados por pedido a catálogos de la época. Así es entonces, como la historia de este balcón, es una de tantas que pueden contarse, pero siempre habrá una nueva “historia de un balcón” por encontrar, para poder decir mucho más de lo que alguien puede imaginarse.
 
 
   Nuestro “álbum en Facebook” con fotos recopilando el proceso de pintura de esta obra en acuarela:

 
 
Un saludo “en acuarela”, desde Panamá,

Melissa G.

lunes, 20 de mayo de 2013

La Vida en Rosa Panameño: Un trabajo que siempre quería hacer.



La Vida en Rosa Panameño: Un trabajo que siempre quería hacer.

   Me permití para un nuevo trabajo en acuarela, desarrollar un tema que desde hace un tiempo había ganado mi interés.  Quizás vino por el planteamiento de varias ideas.  Usualmente se puede pensar que siendo Panamá un país de clima tropical, sus tonos más característicos son intensos y fuertes.  De hecho, cuando presenté unas fotos de la ciudad de Los Ángeles en la página de Facebook, se comparó un poco los tonos de esta ciudad, con los que uno puede encontrar en los ambientes que denominamos comúnmente como tropical.  Lo cierto es que en Panamá, también hay tonos suaves, delicados y bien interesantes. Así que busqué una fuente para encontrar un buen ejemplo. Los Robles Rosados, que ya había descubierto anteriormente, resultaron una excelente referencia y este año, se lucieron con una floración variada y bellísima, en medio del paisaje urbano que necesita todavía encontrar un mejor orden para poder disfrutarlo.
 

   Al hablar de un “Rosa Panameño”, quizás nos llega a la mente que existen otros tonos, también en rosado, muy relacionados con el país en el cual su cultura se identifica con estos colores.  Basta sólo pensar en el famoso “Rosa Mexicano”, tan intenso y enigmático, presente desde en prendas de vestir, hasta en la arquitectura.  También están los tonos que llamaríamos “fucsia”, o rosado encendido, como los que encontramos en la India, también asociados con sus costumbres y tradiciones, que han pasado desde sus vestimentas, a la decoración más contemporánea.  En esta ocasión, un “Rosa Panameño”, nos sorprende con su suavidad, nos habla también de una inspiración de tranquilidad y relajación, ofreciéndonos variedad, dado que en este color proveniente de la floración de los árboles como los robles, presenta opciones que van desde un rosado con notas en blanco, lila, malva, hasta un poco más intensas con un rosado brillante, con notas rojizas para producir un rosado encendido en su profundidad.






    Que un color propio de tierras “panameñas” nos ofrezca esta propuesta habla por una parte de los colores con los que podríamos identificar y ampliar nuestra cultura local. Como indicaba al principio, no se trata solamente de colores profundos e intensos lo que hay en tierras tropicales; quizás un paisaje como el nuestro, que posee en ciertas áreas del centro de su ciudad, vista al mar y que en sí posee como panorámica principal en toda la extensión de su territorio, el contacto con los océanos, bien podría relacionar su identidad con un rosado suave que complemente los tonos intensos que podemos encontrar en el entorno.  Es que en sí, el conjunto de expresiones culturas, desde vestimenta, trabajo artesanal, gastronomía, hasta incluso al  llegar al diseño de edificaciones, decoración y preferencias de moda actual, nos habla de un uso y preferencia de tonos suaves, complementados por notas de color intensas, a veces incluso optando por colores básicos y oscuros.  Un “rosado panameño” inspirado en los árboles robles de flores rosadas, podría guiarnos a variar un poco, sin perder la esencia de lo que somos, a la hora de crear una imagen o concepto creativo.  Un dato curioso, es que los árboles de los cuales se tomó la inspiración para este “rosa panameño”, poseen troncos en un tono gris oscuro, más que chocolate profundo.  Quizás esta combinación pueda dar una buena referencia para alimentar la imaginación.
 

     Y si hablamos de un “rosa panameño”, también podemos pensar en la “vida en rosa”, que nos lleva a aquella famosa canción, muy relacionada con una vida bohemia y relajada, con una reciente versión en las voces de Andrea Bocelli, junto a Edith Piaf, gracias a los avances tecnológicos, (Andrea Bocelli - La Vie En Rose ft. Edith Piaf  http://youtu.be/4REbp0s_G9w). Buscar un “rosa panameño”, me llevó a plazas, parques e isletas arboladas de la ciudad, encontrando también la información que en años atrás, árboles de especies como el roble, con brotes de flores rosadas, fueron plantados para definir el paisaje a lo largo de varias vías del país.  Desde hace tiempo, se pensó en un arreglo para el entorno de la ciudad donde los árboles regalaran año con año, un espectáculo de floración, que recreara los sentidos, ofreciera bienestar e invitara a incluir la naturaleza en las actividades diarias.  Hoy, la realidad es distinta, a veces los espacios donde todavía permanece este paisaje, son poco aprovechados, conocidos y se pierden entre un ritmo de vida agitado y un desarrollo con pocas zonas asignadas para tanto proteger, conservar y desarrollar este tipo de ambientes, donde bien podrían integrarse, las principales actividades de la población: Comercio, Turismo, Esparcimiento, y por qué no, hasta la vida laboral.


 

    No es nuevo hablar sobre este tema, dado que el desarrollo urbano que lleva varios años en el país, ha llevado también a preguntar sobre cómo será el crecimiento del entorno en el futuro. La verdad es que el concepto de la  “vida en rosa panameño” tampoco es absolutamente nuevo, tienen sus raíces años de existencia, poseen precedentes en lo que hoy todavía es parte de nuestro paisaje y cuando se descubre, se llega al encuentro de una vida más sana, más integral e incluso, más interesante.  Bien valdría la pena empezar a proyectar el futuro, en base a lo que ha demostrado tener su valor e importancia, desde tiempo atrás. Con incentivos, educación y dirección, “la vida en rosa panameño”, podrá ser más que una idea, o sueño, podrá ser una realidad diaria, al alcance de todos. Por ahora, les comparto el álbum en Facebook sobre el taller en acuarela, inspirado en la vida, en rosa panameño.
http://www.facebook.com/media/set/?set=a.611214785572304.1073741825.147504161943371&type=1&l=85770c83de



 Un saludo en acuarela,
Melissa G.

@MelissaGuardiaV
www.panamaenacuarela.com

jueves, 9 de mayo de 2013

Acuarela “Todo Verde” terminada. (Y algunas ideas para hacer una obra en base a un color).


 
Acuarela “Todo Verde” terminada. (Y algunas ideas para hacer una obra en base a un color).

   Tenía pendiente compartir con ustedes la obra que formó parte del Taller en Acuarela para el Verano 2013, que publicamos como un álbum  en nuestra página de Facebook.  El verano en Panamá ya está en su etapa final, mientras se espera que todavía inicie la época de lluvias, que están resultando más que necesarias.  Pero a pesar que el verano en Panamá está por terminar, las lecciones que obtuve con esta obra “Todo Verde” son válidas para cualquier época, en especial si un color en específico nos inspira a querer crear o generar una idea. 

    El verde esmeralda es el color que motivó esta obra, dado la elección de Pantone para el 2013, para que este tono fuera el color del año.  Por eso busqué un tema de naturaleza para este taller en acuarela, queriendo también pintar un ave o pajarito.  Pueden leer el artículo anterior donde cuento sobre la búsqueda de la toma para esta pintura.  Lo que quiero extenderles como otra lección más o dato surgido de una obra en acuarela, es que pienso que los buenos resultados de este trabajo se deben a que es más una descomposición de todos los tonos verdes que uno puede encontrar, que únicamente ser una pintura basada en un solo color, aunque el tono verde esmeralda haya sido la inspiración inicial.  También me gustó de forma particular, que el pequeño pajarito de esta composición, quedó mezclado, dado los tonos que se emplearon, como una hoja más dentro del conjunto. 
 

    Aquí podrán ver la obra final, así como la sucesión de pasos en el álbum de “Facebook” y quiero indicarles que si están delante de un proyecto en el que necesiten un buen planteamiento, quizás usar una interpretación de un concepto o inspiración donde muestren todas las posibilidades, es una buena alternativa para crear algo que vaya más allá de lo literal, lo obvio o lo esperado.  Algo tan sencillo como el “verde esmeralda”, produjo una obra de varios tonos, que  te sumerge en un mundo que te hace descubrir que un solo color, puede generar más de una buena idea. Me alegro haber podido actualizar el blog, he estado concentrada también en editar la novela que escribí, que se llama “Tentación, Color Esmeralda”.
 

Un saludo en acuarela,

Melissa G.

viernes, 22 de febrero de 2013

Del Verde Esmeralda a la Acuarela y Viceversa. (Lo que he hecho en acuarela en lo que va del año 2013).


Del Verde Esmeralda a la Acuarela y Viceversa. (Lo que he hecho en acuarela en lo que va del año 2013).


     Ya es conocido que el color del año 2013 según los expertos de Pantone es el verde esmeralda, una tonalidad de verde con toques azulados, que nos recuerda desde la naturaleza hasta la preciosa gema que lleva el mismo nombre. Tradición y lujo, espontaneidad y renovación, contacto con nuestro entorno y búsqueda de nuevas opciones para el crecimiento y la realización; todas esas ideas nos inspira el verde esmeralda y el significado que puede tener para muchos en términos de creatividad y diseño, que es el tema que particularmente, me atrae más en cuanto al color.  Podría contarles también que al enterarme que el color del año era el tono esmeralda, me sirvió como punto de partida para volver a revisar y editar otra forma de trabajo artístico: Escribir. Pero la acuarela sigue ahí como siempre y por eso quiero resumirles lo que hasta el momento he realizado, como ya es costumbre en cada publicación del “blog” o bitácora.

    Para empezar, rápidamente les comento que las fiestas de navidad y año nuevo, tuvimos un pequeño taller en acuarela, como es el estilo de nuestra página de Facebook, con la pintura de un bodegón de una típica cena panameña para estas fechas. Lo que puedo rescatar de este trabajo artístico para ustedes, es que pintar comida es todo un reto.  Hay que reproducir la textura y colores de elementos tan conocidos como puede ser la comida, hay que saber llegar a ese punto de realismo donde uno se pregunte: ¿Entenderán las personas que lo que he pintado es tal alimento tan conocido entre todos? Lo que más me gustó pintar fue el tamal tradicional en navidades y fin de año y puedo decirles que descubrí que un bodegón, es una composición que puede resultar gráficamente más versátil y dinámica de lo que uno se puede imaginar.  Cada toma lograda según los avances de esta acuarela lo comprueban y también puedo compartirles que la variedad de colores que uno usa, es una obra de arte por sí misma.

    Con la llegada del año, empieza el verano en Panamá.  Ya también es costumbre para mí empezar a buscar la nueva inspiración para los trabajos en acuarela saliendo de paseo un fin de semana.  Ya tenía en mente dos ideas. La primera tenía que ver con el nombre para el concepto, relacionándolo con el verde esmeralda.  Me llegó a la mente el concepto de “Todo Verde”, no sólo por el color, sino también por ideas sacadas del proyecto de novela que tengo, que luego les contaré.  Con el “Todo Verde” en la mente, también tenía el deseo de pintar un tema de aves o pájaros, para añadir algo más de fauna a las colecciones realizadas.  Fue así como salí en busca de algo tan básico, como todo aquello que puede ser verde en un lugar como la Calzada de Amador en Panamá.  Lo mejor de todo fue cuando tomé la foto que estoy usando para la nueva obra del 2013.  Había ya hecho el recorrido, tomando paisajes y acercamientos de todo lo verde que veía.  De pronto, a pleno intenso sol panameño, de esos soles que ni te permiten ver bien lo que estás tomando con la cámara, me pareció ver algunos pajaritos entre las ramas y hojas de un árbol.  Lo más rápido que pude, la verdad, busqué el zoom de la cámara para tratar de hacer un acercamiento de un pajarito entre las hojas.  Sinceramente, el sol era tan fuerte, que ni lo veía a través de la pantalla de la cámara digital. 
 

     Tomé dos fotos, creyendo que no había captado nada.  Bajé luego las fotos a mi computador y mi primera impresión era que en efecto, no había captado a ningún pajarito en detalle, para poder pintarlo en acuarela.  Cuando empecé a revisar las fotos con más atención, me di cuenta que ampliando la misma, hacia la parte superior en el extremo derecho, había aparecido el pajarito.  No podía usarlo para pintarlo a un mayor tamaño, ya que se perderían los detalles, pero descubrí que por sí solo en conjunto con las hojas de los árboles y sobre todo las ramas, formaban una composición que tenía todo lo que me gusta desarrollar en el arte: Arquitectura, naturaleza, una buena historia, en verdad era la toma perfecta.

    Este trabajo en acuarela está en plena realización, como me gusta hacerlo, comparto con ustedes el desarrollo de este trabajo a través de otro álbum en Facebook.  La lección por ahora que puedo brindarles, es que entre aquello que sigue siendo “todo verde”, se puede encontrar ideas mucho mejores de lo que esperábamos.


Un saludo “en acuarela”,

Melissa G.