Actualmente estoy pintando unas orquídeas, una flor que distingue mucho a Panamá, por la enorme variedad que se puede encontrar en el país. Cuando comencé esta nueva obra en acuarela,eran los días previos a los carnavales. Para ese entonces, el ambiente era lleno de entejuelas, escarcha,plumas, brillo, vistosidad. Súmenle que los carnavales fueron cercanos al día de los enamorados o San Valentín. La combinación resultó evidente: La orquídea tenía que pintarla en acuarela, pero con un toque de fantasía: Amor y fantasía, la combinación perfecta. Es que uno de los recursos del arte es la fantasía y la misma se puede agregar a un sinfín de temas que nos motiven o nos inspiren, lo importante es cómo sacarle provecho al toque fantástico.
Al introducir en nuestros trabajos artísticos o de índole creativo elementos de fantasía, se abre un abanico de posibilidades que nos permiten realizar objetivos que dentro de un contexto estrictamente real, no podríamos. En palabras más sencillas, hay mayor libertad y mayores alternativas para explorar, experimentar y expresarnos. Por ejemplo, podemos usar colores distintos a los que poseen los objetos cotidianamente, podemos también recurrir a temas de nuestra preferencia y comunicarlos en el ambiente que nos guste o con el cual nos identifiquemos.
Todas estas alternativas la podemos realizar sin un apego completo a las limitaciones de distancias, tiempo, recursos económicos o físicos. Incluso podemos utilizar símbolos u otros elementos que nos ayuden a llevar nuestra expresión de un nivel de la realidad, a un detalle especial nacido de ideas fantásticas. Es increíble todo lo que podemos hacer usando este recurso, pero la pregunta es cómo hacerlo de la forma correcta.
Precisamente cuando recurrimos a utilizar la fantasía en nuestras creaciones, debemos establecernos objetivos positivos y constructivos. Preguntarnos qué queremos representar y qué
mensaje queremos enviar. Si nos permitimos salir de los límites que encontramos en la vida real, debemos pensar en qué valores vamos a mantener, más allá de los elementos o capacidades
excepcionales que añadamos a nuestro trabajo de arte. Un ejemplo muy sencillo, es pensar en el
concepto de los súper héroes, tan variados en habilidades y capacidades, pero todos teniendo en común virtudes tan humanas, que nos enseñan que ahí es donde radica la verdadera grandeza. No hay nada mejor para inyectar a nuestra expresión creativa el poder sencillamente divertirse ampliando nuestra inspiración con ideas tan puras como las nacidas en la infancia, a través de la fantasía: Un mundo de colores, formas, dimensiones, lugares y actividades diferentes, pero siempre con un mensaje tan positivo, que pueda ser aplicado en la realidad. Y también es importante recordar que en la realidad misma, es donde la fantasía toma su mejor inspiración, así que no existe mejor lugar donde volver a estar que en nuestra propia cotidianidad, para así volver cuando queramos, a crear nuevamente, fantásticas obras de arte. Esto me ha sido de gran ayuda, espero que pueda servirles para ver el lado fantástico de la creatividad, de la mejor forma posible.
Al introducir en nuestros trabajos artísticos o de índole creativo elementos de fantasía, se abre un abanico de posibilidades que nos permiten realizar objetivos que dentro de un contexto estrictamente real, no podríamos. En palabras más sencillas, hay mayor libertad y mayores alternativas para explorar, experimentar y expresarnos. Por ejemplo, podemos usar colores distintos a los que poseen los objetos cotidianamente, podemos también recurrir a temas de nuestra preferencia y comunicarlos en el ambiente que nos guste o con el cual nos identifiquemos.
Todas estas alternativas la podemos realizar sin un apego completo a las limitaciones de distancias, tiempo, recursos económicos o físicos. Incluso podemos utilizar símbolos u otros elementos que nos ayuden a llevar nuestra expresión de un nivel de la realidad, a un detalle especial nacido de ideas fantásticas. Es increíble todo lo que podemos hacer usando este recurso, pero la pregunta es cómo hacerlo de la forma correcta.
Precisamente cuando recurrimos a utilizar la fantasía en nuestras creaciones, debemos establecernos objetivos positivos y constructivos. Preguntarnos qué queremos representar y qué
mensaje queremos enviar. Si nos permitimos salir de los límites que encontramos en la vida real, debemos pensar en qué valores vamos a mantener, más allá de los elementos o capacidades
excepcionales que añadamos a nuestro trabajo de arte. Un ejemplo muy sencillo, es pensar en el
concepto de los súper héroes, tan variados en habilidades y capacidades, pero todos teniendo en común virtudes tan humanas, que nos enseñan que ahí es donde radica la verdadera grandeza. No hay nada mejor para inyectar a nuestra expresión creativa el poder sencillamente divertirse ampliando nuestra inspiración con ideas tan puras como las nacidas en la infancia, a través de la fantasía: Un mundo de colores, formas, dimensiones, lugares y actividades diferentes, pero siempre con un mensaje tan positivo, que pueda ser aplicado en la realidad. Y también es importante recordar que en la realidad misma, es donde la fantasía toma su mejor inspiración, así que no existe mejor lugar donde volver a estar que en nuestra propia cotidianidad, para así volver cuando queramos, a crear nuevamente, fantásticas obras de arte. Esto me ha sido de gran ayuda, espero que pueda servirles para ver el lado fantástico de la creatividad, de la mejor forma posible.
La orquídea que estoy pintando en fantasía tiene toques metálicos en dorado y bronce y lo único que hice fue tomar las imágenes del fondo de la foto que me sirvió de guía, las cuales estaban un poco difusas y que correspondían al sencillo entorno de un jardín, con macetas o maceteros, vegetación y tierra a su alrededor; transformando todo eso en colores y formas que se unen, bañadas por el maravilloso oro y el cálido bronce, para tener unas orquídeas llenas de amor y de fantasía.
Los dejo con este enlace a otro "álbum en Facebook" para que puedan ver el progreso de esta creación.
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