martes, 3 de julio de 2012

Cuando las Puertas se Abren-Parte I (Cómo Lograr Pintar un Espacio Interior-Parte I).


Cuando las Puertas se Abren-Parte I
(Cómo Lograr Pintar un Espacio Interior-Parte I).
     Recorrer un sitio en especial y apreciar sus características siempre es una opción con la que podemos contar a mano.  Sólo basta escoger un destino y comenzar a observar a su alrededor. En el caso de Panamá, un lugar que me gusta mucho utilizar como recorrido en busca de inspiración, es el Casco Antiguo de la ciudad, el cual forma parte importante de mi trabajo en acuarela.  Cuando uno recorre este sitio histórico, una diversidad de edificaciones enmarcan las estrechas calles y un sinfín de detalles aparecen. ¿Pero qué tal cuando se tiene la oportunidad de conocer lo que hay al interior de esas interesantes edificaciones históricas o de cualquier otro lugar?
   Poder entrar a conocer lo que hay dentro de hermosos edificios es como encontrar un tesoro muy especial, precisamente porque es una ocasión que no se da todos los días. Para el arte, es una oportunidad única, porque un espacio al interior, ofrece una oportunidad distinta que pintar algún paisaje en el exterior.  Para empezar, un espacio interno, tiene dimensiones distintas a un ambiente externo, lo que implica también una incidencia de la luz diferente.  En palabras más sencillas, la luz al interior juega un papel distinto, creando en la mayoría de las veces un ambiente cálido y en otras, un ambiente con un toque de interés, entre lo intrigante a lo atrayente.  Y es que quizás el usar un espacio interior como tema de arte, brinda a cualquier trabajo un toque personal, porque este tipo de ambiente es precisamente una expresión de la vida, el trabajo o el gusto de alguien.
    Pintar un espacio interior comienza con la oportunidad de conocer un sitio de este tipo.  Si crees que no podrás conseguir tan fácilmente la oportunidad de entrar a un edificio que te llame la atención para conocer su interior, no te preocupes, porque puedes empezar a usar un espacio en tu propia casa, por ejemplo.  La clave es encontrar un lugar que tenga “ese algo” que te llame la atención, que diga algo de ti, sobre el sitio donde está ubicado o que simplemente capte tu atención.  Esto es bien importante para que el trabajo artístico de ese espacio interno cumpla con una de las cualidades más significativas de este tipo de obra: Reproducir la sensación que uno se encuentra o se traslada a ese lugar interior con sólo contemplar esa pintura o trabajo; o por lo menos que la obra despierte ese interés de conocer ese espacio interior.
    Cuando encuentres el espacio interior que vas a usar como inspiración, tendrás también que manejar varios retos en términos de luz, color, forma, ya que estos aspectos también varían o son diferentes en un espacio interno, que uno al exterior. Por ejemplo, actualmente estoy pintando en acuarela un espacio interno de un área que da hacia un balcón de un edificio del Casco Antiguo.  Las puertas abiertas y la luz creando sombras y reflejos sobre las paredes añaden ese toque de interés.  El primer reto que encontré fue el color de las paredes, versus las sombras proyectadas sobre las mismas, dado cómo la luz sobre las formas de los vanos y las puertas crea una serie de áreas más oscuras a pintar.  Los colores al interior de un espacio presentan muchas variantes y en especial cuando se habla de tonos neutros, uno se tiene que pregunta cómo se ven los colores en ese interior. 
    En mi caso, las paredes iban de los tonos grises con notas en un lila y violeta suave.  Ha sido todo un rito pintarlas y tuve que ir poco a poco hasta lograr las tonalidades correctas. Es mejor ir añadiendo, a colocar de salida un tono muy fuerte o muy distinto al observado. Pero también hay opciones si uno necesita balancear un tono que se haya pasado un poco de intensidad, mezclando “chinese White”, una tonalidad en blanco muy común en la acuarela que te puede permitir balancear la intensidad de los pigmentos y así mejorar, si lo necesitas, un color o lograr el tono exacto que buscas.
     Ése es uno de los mejores consejos que puedo darles cuando hacen ensayos tan especiales y diferentes al entrar por las puertas de un lugar y querer captar su esencia interior.  Sigo pintando en acuarela y avanzando hacia la nueva fase de pintar las puertas, lo que implica reproducir texturas como la madera y el vidrio.  Les seguiré contando para compartir más consejos con todos ustedes. Los dejo con el “álbum de Facebook” de este taller.
Un saludo cordial en acuarela….desde Panamá,
Melissa G.

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