lunes, 20 de mayo de 2013

La Vida en Rosa Panameño: Un trabajo que siempre quería hacer.



La Vida en Rosa Panameño: Un trabajo que siempre quería hacer.

   Me permití para un nuevo trabajo en acuarela, desarrollar un tema que desde hace un tiempo había ganado mi interés.  Quizás vino por el planteamiento de varias ideas.  Usualmente se puede pensar que siendo Panamá un país de clima tropical, sus tonos más característicos son intensos y fuertes.  De hecho, cuando presenté unas fotos de la ciudad de Los Ángeles en la página de Facebook, se comparó un poco los tonos de esta ciudad, con los que uno puede encontrar en los ambientes que denominamos comúnmente como tropical.  Lo cierto es que en Panamá, también hay tonos suaves, delicados y bien interesantes. Así que busqué una fuente para encontrar un buen ejemplo. Los Robles Rosados, que ya había descubierto anteriormente, resultaron una excelente referencia y este año, se lucieron con una floración variada y bellísima, en medio del paisaje urbano que necesita todavía encontrar un mejor orden para poder disfrutarlo.
 

   Al hablar de un “Rosa Panameño”, quizás nos llega a la mente que existen otros tonos, también en rosado, muy relacionados con el país en el cual su cultura se identifica con estos colores.  Basta sólo pensar en el famoso “Rosa Mexicano”, tan intenso y enigmático, presente desde en prendas de vestir, hasta en la arquitectura.  También están los tonos que llamaríamos “fucsia”, o rosado encendido, como los que encontramos en la India, también asociados con sus costumbres y tradiciones, que han pasado desde sus vestimentas, a la decoración más contemporánea.  En esta ocasión, un “Rosa Panameño”, nos sorprende con su suavidad, nos habla también de una inspiración de tranquilidad y relajación, ofreciéndonos variedad, dado que en este color proveniente de la floración de los árboles como los robles, presenta opciones que van desde un rosado con notas en blanco, lila, malva, hasta un poco más intensas con un rosado brillante, con notas rojizas para producir un rosado encendido en su profundidad.






    Que un color propio de tierras “panameñas” nos ofrezca esta propuesta habla por una parte de los colores con los que podríamos identificar y ampliar nuestra cultura local. Como indicaba al principio, no se trata solamente de colores profundos e intensos lo que hay en tierras tropicales; quizás un paisaje como el nuestro, que posee en ciertas áreas del centro de su ciudad, vista al mar y que en sí posee como panorámica principal en toda la extensión de su territorio, el contacto con los océanos, bien podría relacionar su identidad con un rosado suave que complemente los tonos intensos que podemos encontrar en el entorno.  Es que en sí, el conjunto de expresiones culturas, desde vestimenta, trabajo artesanal, gastronomía, hasta incluso al  llegar al diseño de edificaciones, decoración y preferencias de moda actual, nos habla de un uso y preferencia de tonos suaves, complementados por notas de color intensas, a veces incluso optando por colores básicos y oscuros.  Un “rosado panameño” inspirado en los árboles robles de flores rosadas, podría guiarnos a variar un poco, sin perder la esencia de lo que somos, a la hora de crear una imagen o concepto creativo.  Un dato curioso, es que los árboles de los cuales se tomó la inspiración para este “rosa panameño”, poseen troncos en un tono gris oscuro, más que chocolate profundo.  Quizás esta combinación pueda dar una buena referencia para alimentar la imaginación.
 

     Y si hablamos de un “rosa panameño”, también podemos pensar en la “vida en rosa”, que nos lleva a aquella famosa canción, muy relacionada con una vida bohemia y relajada, con una reciente versión en las voces de Andrea Bocelli, junto a Edith Piaf, gracias a los avances tecnológicos, (Andrea Bocelli - La Vie En Rose ft. Edith Piaf  http://youtu.be/4REbp0s_G9w). Buscar un “rosa panameño”, me llevó a plazas, parques e isletas arboladas de la ciudad, encontrando también la información que en años atrás, árboles de especies como el roble, con brotes de flores rosadas, fueron plantados para definir el paisaje a lo largo de varias vías del país.  Desde hace tiempo, se pensó en un arreglo para el entorno de la ciudad donde los árboles regalaran año con año, un espectáculo de floración, que recreara los sentidos, ofreciera bienestar e invitara a incluir la naturaleza en las actividades diarias.  Hoy, la realidad es distinta, a veces los espacios donde todavía permanece este paisaje, son poco aprovechados, conocidos y se pierden entre un ritmo de vida agitado y un desarrollo con pocas zonas asignadas para tanto proteger, conservar y desarrollar este tipo de ambientes, donde bien podrían integrarse, las principales actividades de la población: Comercio, Turismo, Esparcimiento, y por qué no, hasta la vida laboral.


 

    No es nuevo hablar sobre este tema, dado que el desarrollo urbano que lleva varios años en el país, ha llevado también a preguntar sobre cómo será el crecimiento del entorno en el futuro. La verdad es que el concepto de la  “vida en rosa panameño” tampoco es absolutamente nuevo, tienen sus raíces años de existencia, poseen precedentes en lo que hoy todavía es parte de nuestro paisaje y cuando se descubre, se llega al encuentro de una vida más sana, más integral e incluso, más interesante.  Bien valdría la pena empezar a proyectar el futuro, en base a lo que ha demostrado tener su valor e importancia, desde tiempo atrás. Con incentivos, educación y dirección, “la vida en rosa panameño”, podrá ser más que una idea, o sueño, podrá ser una realidad diaria, al alcance de todos. Por ahora, les comparto el álbum en Facebook sobre el taller en acuarela, inspirado en la vida, en rosa panameño.
http://www.facebook.com/media/set/?set=a.611214785572304.1073741825.147504161943371&type=1&l=85770c83de



 Un saludo en acuarela,
Melissa G.

@MelissaGuardiaV
www.panamaenacuarela.com

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